E
n la Asamblea General Ordinaria celebrada el día 22 de septiembre de 1996 se sometía a la consideración de todos los asistentes, si veían a bien, solicitar de la Autoridad Eclesiástica el Decreto de Coronación Canónica de la Sagrada Imagen Titular de Nuestra Señora de la Antigua y Piedad.
El presidente de la Cofradía hizo una detallada exposición de motivos: antigüedad, veneración de siglos ininterrumpida, historia y leyenda y un largo etc; presentando a los concurrentes tres tomos ya encuadernados con mas de 3.000 firmas de otros tantos devotos del lugar y foráneos que avalaban esta petición.
El Sr. Párroco y Director Espiritual de la Cofradía se unió a esta petición haciendo especial hincapié en que dicho acto, caso de llevarse a efecto, había de ir precedido de una preparación espiritual de todo el pueblo en forma de misión con vistas a este acto, sin omitir secundar los deseos del papa Juan Pablo II en orden al Jubileo y conversión del pueblo cristiano en general, con motivo de la llegada al tercer milenio.
La solicitud fue aprobada a brazo alzado por unanimidad de todos los asistentes.
A continuación D. Manuel Dionisio López Herrero, presidente de la Cofradía, solicitaba el 12 de octubre de 1996 al Sr. Obispo de la diócesis de Córdoba conceder el Decreto de Coronación Canónica, por quedar demostrada su devoción y antigüedad, así como por haber suficientes fundamentos que avalaban la petición de la Cofradía, recogidos en gran parte en el libro Historia y Leyenda del Reverendo Párroco de Iznájar don Serafín Elena García que quedó unido al dossier presentado.
En la exposición de motivos señaló que la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Antigua y Piedad, durante cinco siglos había cautivado el corazón de todos los iznajeños, y de los habitantes de un extenso territorio que va más allá del término de Iznájar para adentrarse en las provincias de Granada y Málaga; hombres y mujeres procedentes de pueblos como Loja, Villanueva de Tapia, Algarinejo, Cuevas de San Marcos, Carcabuey, Palenciana, Rute, Encinas Reales, Benamejí, Cabra, Lucena, etc. así como una multitud de emigrantes procedentes de toda la geografía española que se dan cita ante el magno acontecimiento que se repite cada ocho de septiembre.
Pues éste era el sentir popular, manifestado en más de 3.000 firmas recogidas en tres libros, teniendo la adhesión de las siete Parroquias de Iznájar, más las de La Misericordia de Río Frío, Santa Catalina de Rute, Santo Domingo Guzmán, San Francisco y San Rodrigo Mártir y Los Remedios de Cabra, Santiago de Lucena, Ntra. Sra. de la Expectación de Encina Reales y San Miguel de Palenciana. Así como las adhesiones de otros dos Obispos de Córdoba: Don José María Girarda Lachiondo y don José Antonio Infantes Florido, autoridades civiles, Alcaldía de Iznájar y Zagra, Policia Local, Juez de Paz, Real Academia de Córdoba, de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Letras, Cofradías y hermandades y asociaciones culturales.